28 enero, 2010

Como un perro

Te he amado como un perro (aún lo hago)

que aguarda con la mirada perdida,

quieto ante la puerta,

el regreso de su amo.



No hay más caricias que añadir a la memoria.

Sólo noches vacías como correas

que ahogan,

extrangulan un mañana en carne viva.



Te he amado como un perro

lamiendo tus tobillos,

cada movimiento

de la manera más fiel y atormentada.



Tras tus huellas, allá lejos,

donde el aire pronuncia tu nombre.

Bajo cientos de mentiras.


Arrinconada entre todas aquellas horas de silencio.



No hubo ternura en las palabras

son piedras, guijarros

que aún conservo entre los dientes.



Te he amado como un perro, aún lo hago.

Este amor me ha convertido

en un animal herido y peligroso

que oculta hoy,

tus huesos bajo tierra

y espera olvidar donde lo hizo.