de piel, de ternura.
Los lugares en los que existes también
llevan el perfume.
Cedo parte del alma con la que he besado siempre
todo tu cuerpo.
Ha llegado la gravedad y ahora el pasado
nos ha hecho perder el equilibrio.
Pesa no verte,
pesa verte de espaldas,
pesas tú, cuando te inscribes en el pecho;
las palabras con filo,
el orgullo,
cada herida sufrida, infringida.
La constante lucha por no estar; por estar a pesar de todas las heridas...
Dejo tus rincones colmados de minutos.
Tal vez sin saberlo,
de tanto dar,
me halla quedado sin tiempo.