17 marzo, 2008

Carta de un Mapa


Un mapa es una representación gráfica y métrica de una porción de territorio sobre una superficie. El que el mapa tenga propiedades métricas significa que ha de ser posible tomar medidas de distancias, ángulos o superficies sobre él. Iniciados con el propósito de conocer mundo, y apoyados, primero sobre teorías filosóficas, los mapas constituyen hoy una fuente de información. Actualmente se tiene la inquietud (y la necesidad) de proseguir con la nunca acabada labor cartográfica. El universo y el tiempo, ofrecerán sin duda nuevos terrenos para esta labor que tiene orígenes inmemoriales.


Llevo días tosiendo palabras sin el filamento constante de una idea, quizá sea porque los acontecimientos han sido rápidos y verdaderamente sorprendentes. Ahora que me siento para escribirte, tengo tantas cosas que decir, que no sabría por donde sujetar este itinerario de sensaciones y más, cuando hace bien poco asimilé que la forma en que a veces miro las cosas es tan distorsionada, que todo lo demás se convierte en un disparate. El fuego que a uno le abrasa puede ser tan incompetente, tan imperturbable para otros, como el dolor que se amordaza bajo la ropa.
Te contaré que hoy al levantarme, he palpado los muebles de mi casa con los ojos cerrados, como si fuera un camino en braille, reconociendo alteraciones y marcas. Después me he desnudado y he hecho lo mismo. Mi cuerpo es otro recorrido en puntos que cambia según el estado de valor con que tanteen mis dedos, pero hoy no evalué los años que pasan por él, tan sólo acaricié la parte superficial para descubrir que en cada cicatriz hay una historia que celebrar. Todos nacemos con la piel ingenua, sin muescas. Es el viaje y la velocidad con que salimos y entramos de cada andén, la que nos filigrana por dentro y por fuera. Lo que nos hace cambiar de estación y desarraigar equipaje. Reconozco que me cuesta separar de ciertos trastes pesados. Mentiría si digo que viajo ligera. Por eso cada una de mis cicatrices tiene un peso importante y una profundidad, quizá también excesiva. Por eso no tengo problemas en saber quien soy y lo que existe y persiste en mí. Por eso cada día es más comprometido invitar manos extrañas a mi cuerpo. Hay mapas que son complicados de entender. Pocos dedos se molestan ya en asimilar braille. Palpar sin descubrir, no me tienta.
Tengo hilvanes nuevos justo en la columna que hoy me sostiene. Renovadas perspectivas. Una estación donde la prorroga comienza en la misma franja donde acabó el dolor. Donde los restos del último testigo son una equis; el cadáver sonriente bajo el que guardo otro tesoro. La fortuna de poder comprender que hay quienes curan, alivian y curten cada centímetro de este mapa que es mi vida.